El 19 de noviembre, el galardonado artista cristiano Forrest Frank acudió a las redes sociales para advertir sobre un fenómeno inusual en la música cristiana. Su mensaje se centró en que el álbum número uno en iTunes para música cristiana actualmente no es obra de un ser humano, sino de inteligencia artificial.
“No me gusta llamar la atención sobre esto, pero creo necesario advertirles que esto ya está ocurriendo. Vale la pena detenernos y preguntarnos si realmente es esto lo que queremos”, manifestó el artista en su publicación.
Durante el mismo video, Frank enfatizó: “Como mínimo, la IA no tiene al Espíritu Santo dentro de ella. Me parece muy extraño abrir nuestro espíritu a algo que no tiene Espíritu”. Esta reflexión apunta al valor distintivo de la inspiración espiritual en la música cristiana.
El cantante continuó su mensaje preguntando: “¿Qué haremos al respecto? ¿Vamos a rechazarlo? ¿A celebrarlo?”. Su postura fue clara al declarar que él no escuchará dicho álbum, insistiendo en su decisión de no consumir música secular ni contenido cristiano generado por IA.
En los comentarios de la publicación, el también reconocido artista cristiano y ex participante de “American Idol”, Colton Dixon, compartió sus propias inquietudes. “Todavía estoy procesando todo esto de la música hecha por IA”, escribió Dixon.
Dixon añadió: “¿Puede ser una herramienta que agilice procesos largos y complicados? Sí. ¿Pero también puede convertirse en una muleta que reemplace la búsqueda de inspiración y dirección del Espíritu Santo? También sí”.
Este acontecimiento ha abierto un debate dentro de la comunidad cristiana sobre el papel de la inteligencia artificial en el arte sacro. Se plantean cuestionamientos profundos sobre la autenticidad y el lugar del Espíritu a la hora de crear música que busca transformar vidas y llevar un mensaje de fe.
ARTÍCULO RELACIONADO: Forrest Frank renuncia a asistir a premiaciones porque “el verdadero trofeo es la salvación”
La Biblia nos llama a adorar y crear “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). La creatividad que honra a Dios nace del corazón renovado y la guía del Espíritu Santo, algo que ninguna tecnología puede imitar.
Como creyentes debemos discernir y cuidar nuestro corazón, valorando la música y el arte que proviene de una relación genuina con Dios y no solo de la innovación tecnológica.