Los servicios de inteligencia de Francia han emitido una alerta sobre el aumento de la amenaza contra las comunidades cristianas en el país, vinculando los ataques recientes en Europa con décadas de propaganda yihadista anticristiana.
Un informe confidencial de la Dirección General de Seguridad Interna (DGSI), al que tuvo acceso Le Figaro, señala que la obsesión de grupos islamistas por atacar a cristianos se mantiene activa.
La advertencia se intensificó tras el ataque del 10 de septiembre en Lyon contra Ashur Sarnaya, un cristiano iraquí en silla de ruedas, hecho que los investigadores consideran un ejemplo claro de esta violencia dirigida. Según la DGSI, los grupos islámicos radicales clasifican a los cristianos como “infieles” o “idólatras” y los presentan como objetivos legítimos.
El informe detalla que esta narrativa se apoya en una propaganda que lleva décadas construyéndose, retratando a los cristianos como “cruzados”. Se recurre a referencias históricas como las Cruzadas, la colonización europea y las acciones militares recientes de Occidente para justificar el odio y la violencia.
El documento recuerda que en 1998 Osama bin Laden, líder de Al-Qaeda, emitió una fatwa llamando a atacar a “judíos y cruzados”. Su sucesor, Ayman al-Zawahiri, reforzó esa visión describiendo el escenario mundial como un enfrentamiento entre “los cruzados y sus aliados” y los musulmanes.
El Estado Islámico también ha usado repetidamente esta retórica. En 2014 llegó a prometer que “conquistaremos vuestra Roma, romperemos vuestras cruces y esclavizaremos a vuestras mujeres… ellas venderán a sus hijos en el mercado de esclavos”. En 2015, su revista en francés, Dar al-Islam, incitó a atacar iglesias para “infundir miedo en sus corazones”.
Ese mismo espíritu quedó reflejado cuando la agencia yihadista Thabat difundió en árabe un texto denunciando la “islamofobia” y llamando a usar cuchillos o vehículos como armas, con un énfasis específico en lugares de culto cristiano. Para la DGSI, esta retórica no se queda en palabras, sino que se ha traducido en violencia concreta a escala internacional.
El informe repasa algunos de esos episodios: en Argelia, en la década de 1990, el Grupo Islámico Armado asesinó al menos a 19 líderes religiosos cristianos. En Pakistán, en los años 2000, Al-Qaeda atacó comunidades cristianas; y en 2015 el Estado Islámico ejecutó a 21 cristianos coptos egipcios en Libia.
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Europa también ha sufrido atentados con un marcado componente anticristiano. Entre ellos se mencionan el ataque al mercado navideño de Berlín en 2016, con 12 muertos; el asesinato del padre Jacques Hamel en Saint-Étienne-du-Rouvray; y el atentado contra la basílica de Niza en 2020. Todos estos casos ilustran, según el informe, la vulnerabilidad del continente.
Datos del Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC) muestran una ola creciente de violencia contra creyentes y templos. Solo en 2024, Alemania registró 337 incidentes, incluidos 33 incendios provocados en iglesias.